PRIMERA EPOCA DE ORO .
La temporada del subcampeonato, 1949-50, marca el inicio de la primera época dorada socialmente en relación al Real Club Deportivo. En la ciudad ya se vivían los partidos desde el sábado cuando se empezaban a vender las entradas para el partido de fútbol dominical. Ya comenzaban un día antes los momentos de animación. Era el tema de conversación en bares, cafeterías, mercados, centros de reunión, el partido del domingo. Pero no sólo en A Coruña, sino en localidades próximas que llegaban hasta Ferrol, Santiago de Compostela. Ya no digamos si el partido era contra uno de los grandes o contra los vecinos de Vigo.
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El culmen de todo el gran ambiente que rodeaba a los partidos llegaba el domingo por la mañana cuando comenzaban a llegar los autobuses con los deportivistas de las poblaciones próximas y que ocupaban todos los aparcamientos elegidos, que solían ser los de Los Cantones, la Marina y carretera del Puerto o, para los más tardíos, el entorno del estadio de Riazor.
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El centro de la ciudad se colapsaba. La hostelería hacía su agosto en cada partido. Como el estadio no tenía todavía iluminación eléctrica los partidos, en invierno sobre todo, comenzaban muy pronto, incluso a las tres de la tarde, con lo cual ya desde primera hora se formaban ríos de gente por las calles que conducían al estadio.
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El fútbol era una distracción importante en la época. No había televisión. La radio era un privilegio de unos pocos. Apenas había seguimiento a los deportes minoritarios y a los cines se podía ir cualquier día de la semana. Los coches, con lo que ir a la playa o el campo, eran un lujo. El Real Club Deportivo podía llenar el estadio de Riazor para 35.000 espectadores, siendo de una ciudad de apenas 100.000 habitantes. También es cierto que no sólo iba gente de la ciudad, muchos venían de localidades próximas.
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Tanta movilización social hacía que el fútbol fuese una importante fuente de ingresos para la economía local, lo que hacía que los directivos del Club solicitasen ayudas al comercio local para remediar el déficit que había.
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En la prensa local daban también mucha importancia al fútbol y dedicaban muchos espacios al Deportivo en sus escasas páginas, ya que tanto La Voz de Galicia como El Ideal Gallego, salían con ocho diarias. El diario deportivo Marca, de alcance nacional publicado desde Madrid, llegaba a A Coruña con uno o dos días de retraso.