LA REFINERIA

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En 1930 se había construido la primera refinería de petróleos en Tenerife, una segunda se construyó en Escombreras (Cartagena) en 1949. . A principios de los años cincuenta se empezó a hablar de una tercera refinería en el noroeste de España, debido a la estratégica situación de la zona en relación con la ruta del Atlántico para poder suministrar combustibles líquidos a los numerosos buques que prestaban servicio en líneas que tenían contacto con puertos situados en esta parte del territorio.

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El Gobernador civil de A Coruña, José Manuel Pardo de Santallana, fue el primero en apercibirse de la enorme importancia que para la ciudad tendría la creación de esta tercera refinería en A Coruña y decidió encargar a los señores Yordi de Carricarte y Peña la confección de un anteproyecto en el que se detallasen todas las posibilidades de que una industria de este tipo pudiera ubicarse en la ciudad.

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El 12 de agosto de 1960 llegaron a la ciudad Millar, Rice, Musgrave, Hendrix y Elwerthy, técnicos representantes de la Ohio Oil Company que ese mismo día se entrevistaron en el Gobernador civil de la provincia, Martín Freire, y diversas personalidades coruñesas. También, los representantes de la Ohio Oil Company, efectuaron un recorrido por el puerto y el día 13 visitaron los puntos de posible emplazamiento de una refinería de petróleos, entregándoles a las autoridades y técnicos coruñeses un amplio cuestionario sobre 41 materias, relacionadas con su posible instalación en nuestra ciudad.

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El 18 de abril de 1961 llegaron al Hotel Embajador, los miembros de la comisión técnica que realizaban los estudios previos para proponer el emplazamiento, en el noroeste español de la refinería de petróleos, concedida a la sociedad recientemente constituida entre la Ibérica de Petróleos y la Ohio Oil Company de Findaly Ohio.

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Los citados miembros habían estado en Bilbao, Santander, Oviedo, Gijón y ahora en A Coruña y se proponían visitar también Vilagarcía y Vigo. Los cinco días que permanecieron en la ciudad, estuvieron solamente en Bens, donde estudiaron los terrenos e hicieron numerosas fotografías. En el mes de octubre de 1961, la Compañía Ibérica Refinadora de Petróleos S. A. sin señalar orden alguno de preferencia, propuso al Gobierno los puertos de Bilbao, A Coruña, Santander y Vilagarcía como futura sede de la proyectada refinería. A partir de ello, se desencadenó una tremenda pugna de intereses entre esas ciudades quedando reducida al final al enfrentamiento de Bilbao y A Coruña.

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El 26 de febrero de 1962 fue un día histórico para A Coruña, pues en la mañana de dicho día, el Gobernador civil, Evaristo Martín Freire, hizo pública la noticia oficial: el ministro de industrial, Joaquín Planell, había decidido que la refinería concedida a Ibérica de Petróleos S. A., se construyese en A Coruña.

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El unánime júbilo de los coruñeses constituyó la demostración más concluyente del interés que la ciudad entera había puesto en esta vital aspiración.

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El 11 de septiembre de 1964 y con la asistencia del jefe del Estado, tuvo lugar la inauguración de la factoría que la Compañía Ibérica de Petróleos había instalado en el lugar de Bens, a tres kilómetros de A Coruña.

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Su construcción importó unos 1.800 millones de pesetas y la planta refinadora ocupaba una superficie de 100 Has. de terreno.

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Para la recepción de crudos y carga de los productos terminados que saliesen por vía marítima, se construyó, en el Puerto, una Terminal con una extensión de 9.2 Has. ganadas al mar y tanques de almacenaje con una capacidad total de 854.000 barriles, equivalentes a unos 135.500 m3. Para conectar la Terminal marítima con la Refinería, se disponía de un oleoconducto con ocho tuberías para el transporte de los crudos y de los productos terminados, con una longitud de 5.700 metros aproximadamente.

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La primera recepción de crudos fue desembarcada del buque español Balmaceda, el 22 de enero de 1964 con un cargamento de 18.000 toneladas.

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Dos meses más tarde, el 18 de marzo, el buque español Campante embarcó la primera producción de gas-oil, 10.000 toneladas, rumbo a Gijón.

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Los crudos empleados en la refinería procedían de Libia.

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Aunque inicialmente se señaló en 1.200.000 toneladas de crudos la capacidad anual de refinado, por un decreto de 28 de febrero de 1963, se autorizó a elevar dicha cifra a dos millones de toneladas.

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La construcción, propiamente dicha, fue extraordinariamente rápida. Desde el 16 de julio de 1962, en que comenzó a trabajar la primera excavadora, hasta el mes de febrero de 1964 en que se iniciaron las primeras pruebas de refino, Bens se convirtió en un bosque gris de construcciones metálicas.

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En Consejo de Ministros, celebrado el 25 de febrero y a propuesta del Ministro de Industria, se aprobó la ampliación de la capacidad de la refinería de A Coruña que era de 2 hasta 4 millones de toneladas anuales. La producción total de dicha ampliación sería destinada íntegramente a la exportación.

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Las obras de gran alcance a realizar, requerirían un plazo de dos años y medio, no siendo necesaria la ocupación de nuevos terrenos, pues la ampliación ahora concedida estaba ya prevista en los planes iniciales.

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El 16 de marzo de 1982, la Comisión Municipal Permanente, aprobó, con los votos en contra de Gonzalo Vázquez Pozo y César Pintos, el expediente de solicitud de licencia para la realización de obras de ampliación de la refinería, tercera fase.

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Pintos se opuso a la concesión, por estimar que se incumplía la normativa urbanística, ya que la ampliación ocupaba 100.000 metros cuadrados y estaba situada a menos de 2.000 metros del núcleo habitado.

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Vázquez Pozo se refirió a un pleno en que los miembros de su partido habían presentado una propuesta solicitando la creación de una Comisión municipal con vecinos que controlasen una red de sensores para conocer el grado de contaminación, un censo de industrias contaminantes en el área afectada y que se estableciese un canon de compensación y garantía. Añadió que, en una reunión posterior, se había quedado a expensas de una relación entre vecinos y empresas que no se había llevado a cabo.