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A finales del mes de enero de 1901 le fue concedido al arquitecto municipal, Mariño, un plazo de cien días para que presentara, ultimado, el proyecto del Palacio Municipal que se pretendía construir. Parece que existían muchas dudas sobre la posibilidad de que el proyecto llegase a feliz término, dado el lento ritmo con que los técnicos llevaban los trabajos correspondientes.
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El 16 de diciembre de 1902 se celebró simultáneamente en el Ayuntamiento de A Coruña y en Madrid, la subasta de las obras de construcción del nuevo Palacio Municipal. No fue presentada proposición alguna por lo que tuvo que efectuarse una nueva subasta.
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A finales de 1904 comenzaron con gran impulso las obras de construcción del nuevo Palacio Municipal. Trabajaban por entonces unos 300 obreros que se ocupaban de remover la tierra, labrar piedras y construir la alcantarilla que había de rodear el edificio. Seis cuadrillas de obreros se ocupaban de arrancar piedra en el Martinete para la solera; de Parga se traía la destinada al zócalo y de Vigo llegaba, embarcada, la que se emplearía en las hiladas superiores del primer cuerpo. La Plaza de María Pita presentaba un aspecto animadísimo, con un sinfín de curiosos contemplando como los obreros se afanaban en su trabajo. Era alcalde Francisco Mariño y el proyecto era obra del arquitecto municipal Pedro Mariño.
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El 12 de mayo de 1905 se verificó el acto de colocación de la primera piedra conmemorativa del comienzo de las obras del Palacio Municipal. Se volvió a poner en los cimientos del Palacio Municipal la caja de cobre extraída últimamente, en la que se encontraba el acta y documentos conmemorativos de la colocación de la primera piedra que para dicho edificio se habían introducido en 1879. En ella volvieron a colocarse los periódicos y papeles, así como las relucientes monedas que habían aparecido cuando se abrió, más un acta nueva.
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