El Museo de Bellas Artes de A Coruña está ubicado en el antiguo convento de las capuchinas, del cual sólo se conserva su fachada del siglo XVIII. El Museo abarca una amplia secuencia cronológica estructurada en varias secciones: pintura, grabado, dibujo, artes decorativas, numismática, medallística y escultura. Sus fondos provienen de instituciones públicas y de importantes depósitos y donaciones de particulares.
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Se puede contemplar, en las salas 1, 2 y 3, los diferentes géneros de la pintura europea de los siglos XVI al XVIII. Destaca la iconografía religiosa en la que se reflejan tanto los cánones renacentistas, representados en la sala 1 por las obras de Morales o Joan de Joanes, como los presupuestos de la Contrarreforma católica, como se puede ver en Ribera. En el contexto del Barroco español se inscriben los lienzos religiosos de Carducho o Sánchez Coello de la sala 2, junto con el nuevo género del bodegón en la obra de Arellano.
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Además del género del retrato, se encuentran otros temas vinculados al gusto cortesano y burgués, como el mitológico representado por Rubens, los interiores de arquitecturas de Peter Neefs, o la obra de Frans Francken II, reflejo del coleccionismo artístico del siglo XVII, temas muy desarrollados durante el Barroco europeo.
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En las salas 4 y 5 se encuentra obras correspondientes a siglo XIX y principios del siglo XX. El siglo XIX comienza con el romantismo de Villaamil o David Roberts y como consecuencia de las demandas de la burguesía, a lo largo de este siglo, se renuevan y se desarrollan otros géneros pictóricos como el retrato, con obras de Esquivel o Madrazo, el paisaje, representado por Carlos de Haes, Urgell o Beruete, o la pintura costumbrista con autores como Cutanda, Francés o Sorolla. En este ámbito se integra la pintura gallega que va a tener un florecimiento tardío apoyada en los movimientos regionalistas, auge que tendrá su reflejo en pintores como Avendaño, Murguía, Sotomayor, Lloréns o Corredoyra.
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El siglo XX se aprecia en la sala 6, el grupo conocido como "Os renovadores", formado por Maside, Colmeiro, Torres, Laxeiro y Seoane, asumieron los lenguajes de vanguardia europeos fusionándolos con la tradición de la cultura popular. Desvinculados de éstos, autores como Lugrís o Granell desarrollaron su particular visión del surrealismo. En la segunda mitad del siglo, junto a pintores que establecieron las bases del proceso abstracto como Caruncho, Labra o Mampaso, otros optaron por una nueva figuración de carácter lírico e intimista: Lago Rivera, González Pascual o Victoria de la Fuente.
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Combinando las técnicas del aguafuerte y el aguatinta, Goya creó un impresionante conjunto de grabados que se agruparon en cuatro series: Los Caprichos, sucesión de insólitas estampas de intención satírica; Los Desastres, muestra cruda de las miserias de la guerra; Los Disparates, representación fantástica de enigmático significado; y la Tauromaquia, divulgadora de las diversas suertes y hazañas del toreo. El Museo de Bellas Artes de A Coruña conserva, en la sala A, una de las escasas colecciones completas de estos grabados de Goya.
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La colección de loza de Sargadelos del siglo XIX, primera fábrica española que utilizó técnicas industriales, reúne ejemplos de las diferentes tipologías creadas a partir de los modelos ingleses del siglo XVIII. La exposición, que se puede ver en la sala B, se ordena en función de las técnicas decorativas que van desde una primera y segunda época de color blanco cremoso, a la tercera y cuarta con delicada decoración pintada a mano o estampada.
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El Museo, en la calle Zalaeta, abre en horario de 10 a 20 horas de martes a viernes, los sábados de 10 a 14.30 y de 16.30 a 20 horas, y los domingos de 10 a 14 horas, cerrando los lunes y festivos. Realiza diversas actividades para todas las edades. Los sábados por la tarde y los domingos la entrada es gratuita.
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