EXTRAVIOSAnuncios referentes a extravíos en A Coruña, en el año 1834:
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La persona que hubiese perdido un pendiente de diamantes rosas, acudirá a la platería de Arellano, que dando las señas se le entregará.
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Quien haya perdido una yegüa de seis cuartas, con cabos negros, acuda al herrero del campo de la Estrada, donde la encontrarán gorda y buena.
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El que hubiese hallado parte de un pendiente de perlas, que se perdió desde la plazuela de los Angeles hasta la plaza de San Jorge, se servirá entregarlo en casa del Sr. Conde de Priegue, que se le gratificará la honra.
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El que hubiese encontrado una cinta de tafilete encarnado, con números dorados, y un morrión con funda de hule negro, que se le perdieron a un machacante de infantería, desde la calle del Repeso hasta la de las Tabernas, se servirá entregarlas en el nº 6 de esta última citada, preguntando por la vivienda de D. León de Roca, comandante en activo".
7 comentarios:
Mira tú por donde, acabo de encontrar el origen del apartado de "extravíos" del blog de los Rosales.
:-)
Pues no me he encontrado yo nada de eso, pero el que haya cuidado a la mula para que siga gorda y buena, habrá recibido gratificación, no?
Cierto, lo que no sé yo es si, hoy en día, alguien que pierda un pendiente de diamantes tanta moral y esperanza como para poner un anuncio por si lo encuentra alguien... que encontrar lo encuentran, ahora que se lo devuelven... igual sí,... :-)
Sobre lo de la vaca, yo imagino... imagino que sí, que habrá llevado gratificación el herrero, eso de gorda y buena suena más bien, de buenas maneras, a "me he portado bien con la yegüa".
Pues no hace mucho, en Motril, encontraron una bolsa que tenía dentro 3000 euros. Se la dejaron en un kiosko.
Y la devolvieron.
Hay cosas que hacen sonreír, ¿verdad?
Sí, mujer, la verdad es que sí.
Hoy en día, que estás en la cola del supermercado y como abran una caja los de atrás casi que echan a correr; donde en el bus ni edades ni estado, el asiento para el que lo ve primero... pues que sucedan cosas así, la verdad es que sí, te hacen sonreír... si no es tan complicado.
Es sencillamente hacer y vivir la vida de los demás con el mismo respeto que queremos para la nuestra que, a fin de cuentas, fue lo que hizo, lo que hicieron los que devolvieron la bolsa... hicieron lo que querrían que le hiciesen a ellos... tan sencillo como eso pero, a veces... uf, nos complicamos la vida nosotros mismos y, lo que es peor, complicándosela a los demás parece que se disfruta.
Estos anuncios, vistos desde nuestro tiempo, resultan muy "literarios".
Es curioso observar cómo han cambiado las formas y el lenguaje.
Especialmente el último, el del tafilete y el morrión, casi parece el inicio de un cuento.
No me imagino cómo sería lo de la yegua en lenguaje sms.
Ya no digo que más cultos pero, para mí, antes tenían más recursos literarios que ahora.
El anuncio de la yegüa en sms conmigo sería inútil, muy probablemente a la segunda desistiría, pensaría "sabe Dios lo que pone" y borraría el sms. :-)
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