03 abril 2010

JOSE MARIA ABELLA RODRIGUEZ
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José María Abella fue el alcalde que más tiempo estuvo en el cargo en el siglo XIX, desde el 1 de enero de 1861 hasta el 25 de julio de 1866 que cesó en su cargo para ser Gobernador civil de Lugo. Falleció en A Coruña el 24 de enero de 1889.
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Durante su mandato el hecho quizá más destacable, pudiera ser el aumento del caudal de agua potable de la ciudad al explorar, explotar y conducir los manantiales de augas potables de Vioño, Conchiñas, Gramela entre otros. Otra gestión importante fue la reanudación de las obras del ferrocarril en la ciudad que llevaban años paralizada aun siendo iniciadas el 6 de septiembre de 1856.
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Un cambio en la fisionomía de la ciudad fue la demolición de las murallas de la fortificación interna que dividía la ciudad. También fue dictada una R. O. por virtud de la cual se desplazó a A Coruña una sección de la Escuela de Arquitectura por cuenta del Ayuntamiento que hizo un plano general de la ciudad.
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En esas fechas, el 6 de julio de 1861, el arquitecto provincial, Faustino Domínguez, presentó el proyecto de una nueva Casa Consistorial que no llegó a convertirse en realidad.
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Se celebraron en 1861, en el Teatro Principal, los Juegos Florales de Galicia; en 1862, se concedió al Ayuntamiento el Instituto de 2ª Enseñanza que venía reclamándose desde 1851.

6 comentarios:

Titajú dijo...

El próximo alcalde que me prometa devolverle a los ríos un poco de limpieza, recibirá mi voto. Es de auténtica vergüenza como están las rías de esta comunidad, empezando por la de Pontevedra.

millenium dijo...

Por prometer no creo que haya ningún problema, otra cosa es que se cumplan dichas promesas.

Empezando por la de Pontevedra, o por cualquiera de las rías de o próximas a cualquier ciudad gallega o zona industrial, de pena.

Titajú dijo...

Pues también es verdad. Si ya no podemos fiarnos de las promesas electorales, ¿qué es lo que nos queda, para movernos a votar?

millenium dijo...

Votar yo siempre voto, desde que voté por primera vez ya he variado mi voto unas cuantas veces y reconozco que cada vez voto menos convencido de mi voto.

Pero bueno como tomo el día de las elecciones como una fiesta, pues... a votar.

Titajú dijo...

Yo reconozco que ya no voto; estoy más que escamada. Y cuando votaba, también voté a diferentes partidos.
Me parece que las urnas y yo no volveremos a estar en armonía nunca mais...

millenium dijo...

Armonía tanto como armonía con las urnas pues... no, realmente, yo tampoco pero bueno... domingo, te levantas, votas y... a comer fuera.

¿Armonía con las urnas?, no, la verdad que no, tampoco yo.