23 mayo 2010

INCENDIO
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El 6 de febrero de 1836 se incendiaba una droguería en el número 173 de la calle de San Andrés. Así se reflejaba dicho suceso:
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"Tuvo origen este desgraciado suceso en la impericia de un maestro tonelero que al colocar un poco de estopa en la villa de una pipa de espíritu de vino, que está sola en el primer almacén, aproximó demasiado cerca la luz que le alumbraba un criado de casa, y atrayéndose el líquido a la llama, se inflamó rápidamente.
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Estos sujetos, que contra las órdenes que tenía dadas el dueño de la droguería, abusaron de su ausencia momentánea para bajar la expresada luz, pues la tenía rigurosamente prohibida en los almacenes, en lugar de coger con la pipa y echarla en un patio que estaba próximo, o arrojarla a la calle, la abandonaron huyendo del espanto que a primera vista les causó la novedad; de forma que con su precipitada fuga y la confusión que en aquel momento sobrevino con las familias que había en la casa, no pudo evitarse el terrible incendio que inmediatamente se comunicó al almacén donde existía el principal depósito de este establecimiento, que penetrando las llamas a los combustibles y demás líquidos, redujo a cenizas en menos de dos horas toda la casa, sin que los esfuerzos que se emplearon para salvarla pudieran conseguirlo, a excepción de unas frioleras que se hallaban en la parte delantera de la casa, que por su insignificante valor no compensa la regular fortuna, que estaba empleada en la droguería, cuyo dueño pasando de aquella a la indigencia, quedó con su esposa y tiernos hijos reducido al encapillado que en aquel cruel trance tenían sobre si".

9 comentarios:

Titajú dijo...

Vaya horror, pobre gente.

millenium dijo...

Vaya susto, sí. Pobre gente, la verdad que sí, quedarse sin nada.

Y las cosas como son, el maestro tonelero, ni cumplió con lo que debía y una vez liada, nada por remediarlo ¡¡¡¡ vaya elemento !!!!.

Titajú dijo...

Pues sí.

Matapollos dijo...

Siempre que entro por aquí acabo consultando el diccinario. Hay palabras y expresiones que se van perdiendo. Me encantan esas cosas de "espíritu de vino" o "tiernos hijos".

Conocía el significado de "billa" en gallego, supongo que en castellano será lo mismo. De lo que ya no tengo ni idea es de lo que serán las tales "frioleras"... aunque por el trato que se les da, no deben de ser cosa de mucha importancia.

En fin. al menos no se murió nadie.

millenium dijo...

Lo de friolera, yo lo tenía entendido en relación al frío o a cantidades, también miré el significado que pudiera tener en este texto y corresponde con eso que has puesto "cosa de poca monta o de poca importancia".

Anónimo dijo...

¡¡Concho!! ...Y yo que pensaba que se refería a unas fresqueras, o incluso a unas sartenes.
A saber a lo que se dedicaban esas droguerías antiguas.

Matapollos dijo...

La anónima ésa soy yo. Salud.

PMM dijo...

Pobre hombre, "pasando de aquella a la indigencia, quedó con su esposa y tiernos hijos reducido al encapillado que en aquel cruel trance tenían sobre si".Y todo por una luz

millenium dijo...

Pues puede ser que en este caso las "frioleras que se hallaban en la parte delantera de la casa" fuesen unas fresqueras o unas sartenes, aunque bueno después de arderle toda la casa, cualquier cosa que se salvase podría ser considerada friolera.

Sabe Dios la de cosas que podía haber en una droguería por aquellos tiempos, donde a buen seguro podría haber desde líquidos para quitar cualquier manchón o marca sobre cualquier superficie hasta... ¡ sabe Dios !.

Todo por una luz, y por la falta de "luces" del tonelero en cuestión que, por cierto, ¿qué querría mirar?... para terminar viendo lo que vio.