12 junio 2010

JUEGO
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En 1837, el alcalde Francisco Ortega dicta el siguiente bando:
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"HAGO SABER: que las funestas consecuencias del detestable vicio del juego son de naturaleza tal, que no precaverlas por la autoridad en cuanto esté a su alcance, producirá una justa acusación. Es criminal el que se entrega a semejante vicio, y no lo es menos el que lo abriga o promueve: reprobado por las costumbres, castigado por las leyes, pide se persiga a los que se dedican a toda clase de juegos prohibidos y clandestinos, que salen de la línea de entretenimiento honesto en la sociedad. De mi deber es en uso de las facultades que la ley me concede, dictar providencias que contengan tales excesos.
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Primera. Toda persona de cualquiera clase que sea cogida en el acto de ocuparse en juegos de envite, o en los de baza mediando un interés en mayor cantidad que el regular para un pasatiempo, será juzgada con arreglo a las leyes.
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Segunda. El jefe habitador de la casa en que sea aprehendido el juego será también juzgado con arreglo a las leyes. Si la casa fuese de establecimiento público de cualquiera especie, además de sufrir aquel el castigo de la ley, será obligado a cerrar dicho establecimiento.
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Tercera. Todos los que tengan intervención directa o indirecta en el juego, sea como simples espectadores, sirvientes de las casas en que hay aquel, o bajo otro concepto, serán considerados cómplices y sufrirán la ley en su caso.
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Encargo a los Señores Registradores, Alcaldes de Barrio y Celadores de calle, que cada uno en su respectivo distrito vigile para descubrir en donde pueda haber reuniones de juego y se las persiga, para que tengan efecto las disposiciones represivas que propongo. Los padres de familia no menos interesados en evitar la ruina de sus hijos, espero tomen en consideración este punto, y comuniquen a la Autoridad las noticias que adquieran".

8 comentarios:

Titajú dijo...

¡Uy, qué miedo! ¡¡¡¡¡con lo que me gusta a mi jugar a la escoba!!!!!

millenium dijo...

Pues la escoba aún bueno pero y... ¿el cinquillo?... si donde se juega al cinquillo cierran la casa... la de casas vacías que habría. :-)

Que conste que entre los dos, pues, me gustaba más la escoba. El cinquillo era más bien el tradicional de toda la familia reunida en fechas concretas.

La escoba me trae recuerdos muy emotivos pues era el juego por excelencia entre mi padre y yo.

PMM dijo...

"Los padres de familia no menos interesados en evitar la ruina de sus hijos, espero tomen en consideración este punto" Ya os veo dejando los vicios, por eel bien de vuestros vástagos, eh!

millenium dijo...

Bueno, bueno... en el cinquillo sustituimos las monedas por garbanzos y asunto arreglado...

... garbanzos que, una vez aburridos del cinquillo, usaremos para... ¡ para marcar los números en los cartones del bingo !...

... nada que como exista una ley similar... :-)

Matapollos dijo...

Pues sí es curioso que, con la cantidad de juguetes que tienen los niños, les sigan gustando estos clásicos juegos de cartas y también el bingo...
Quizás sea el morbo de lo prohibido... aquí, en esta casa, quien da mal ejemplo es la abuelita, que se hace porras con los niños ...y yo poniendo orden, como el alcalde Ortega.

millenium dijo...

Creo que puede ser, supongo, por el hecho de que como participa toda la familia. Muchos juguetes de hoy en día no son tan participativos como estos juegos tan tradicionales... ni los adultos vivimos los juguetes que tienen como los juegos.

En los juegos tradicionales, los adultos parecemos los niños... o peor que niños. :-)

Titajú dijo...

Pues nunca jugué yo a la escoba con dinero... Pero sí que debe ser un mal ejemplo, porque Cj y yo nos llamamos de todo cuando jugamos uno contra el otro.

millenium dijo...

¡Ah!, no... a la escoba con dinero, no... aunque eso sí, las rivalidades jugando a la escoba... entre mi padre y yo que era los únicos que jugábamos.

Los juegos con dinero, el cinquillo, bingo... alguna que otra vez, pero pocas, el chinchón.