13 noviembre 2009

CEMENTERIO BRITANICO
.
En 1834, el arquitecto y académico Alejo Andrade Yañez construyó la capilla del cementerio de San Amaro, gracias al legado concedido por Fernando Queipo de Llano, cerrándose así una etapa de las obras del camposanto católico, inaugurado en 1813 en cumplimiento de una Real Orden de Carlos IV, de 26 de abril de 1804.
.
Terminada esta obra, y a iniciativa del cónsul británico en la ciudad, Juan Crispín, había de iniciar el Ayuntamiento, en agosto de 1836, el oportuno expediente para construir un cementerio para súbditos ingleses, empresa que habría de fraguar finalmente en 1867. Apoyaba su petición el representante diplomático en la Real Orden de 13 de noviembre de 1831 del rey Fernando VII, que autorizaba la creación de cementerios protestantes en ciudades y pueblos de la nación donde existieran comunidades inglesas importantes, sin más reservas y formalidades que las siguientes: "Que las construcciones se cerrasen con tapiales, sin iglesias, ni capillas, ni otras señales de templos, ni culto público ni privado, y con sujeción a la voluntad de las autoridades locales, a las que se deberá de informar y hacer las prevenciones oportunas".
.
La muerte del oficial de fragata inglés B. Endymion, en julio de 1836, que había obligado a improvisar pobre e indecoroso enterramiento al aire libre en terreno próximo al cementerio, permitió a Juan Crispín obtener sin dificultad autorización del capitán general de Galicia para edificar un camposanto protestante en el mismo lugar en que yacía el malogrado militar.
.
En febrero de 1838 se procedió a definir un cuadrado de 36 varas castellanas de lado, que tenía como centro la tumba del oficial inglés, para que sirviese en un futuro, convenientemente cerrado y aislado, de necrópolis protestante. En mayo de 1867 el arquitecto Ciórraga firmó los planos del cementerio británico de la ciudad, inaugurándose en la primavera de 1868.

3 comentarios:

Titajú dijo...

Debo ser una persona bastante siniestra, porque visitar cementerios es una cosa que me gusta mucho; me da sensación de paz, de reposo, de descanso. Pero el cementerio británico siempre lo he visto cerrado. No sé porqué.

millenium dijo...

Creo que la entrada al cementerio británico está, según miras de frente la entrada principal, o sea, tal y como se quitó la foto, una puerta pequeña a mano derecha.
A mí, en concreto, el cementerio de San Amaro, aparte de tranquilo, cuando voy aun doy unas cuantas vueltas por su historia y por su arte.
Ahora, el Ayuntamiento va a comenzar a realizar unas visitas guiadas que me parece una fantástica idea.

Anónimo dijo...

está cerrado porque la llave la tiene el cónsul inglés que, por cierto, está en vigo