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El 19 de mayo de 1959 toma posesión de la alcaldía Sergio Peñamaría de Llano, sucediendo a Alfonso Molina, fallecido en Río de Janeiro el 25 de noviembre de 1958, mientras asistía a un congreso. La principal labor que se propuso Peñamaría fue sanear las arcas municipales, en aquel momento extremadamente débiles, implantando una férrea administración económica.
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Su mandato se caracterizó por una política de austeridad, pero sin incrementar excesivamente los impuestos, en beneficio de los ciudadanos. Su época trae a la memoria la aparición de los Seat 600 en A Coruña; los fallecimientos de los ex-alcaldes Manuel Casás y Juan González Rodríguez; la constitución de la Sociedad Filatélica; la llegada de los trolebuses ingleses de dos pisos; el decreto que declaraba Monumento Nacional al Castro de Elviña.
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De su etapa en la alcaldía son, entre otras obras, el instituto de Formación Profesional "Acelerada", la fábrica de Coca Cola, el mirador de Los Castros y el aeropuerto de Alvedro, inaugurado poco antes de abandonar el cargo, el 25 de junio de 1963. Sergio Peñamaría de Llano pasará a la historia local como autor del coruñesísimo y antixenófobo eslogan "La Coruña, ciudad en la que nadie es forastero". Una calle en el barrio del Ventorrillo tiene el nombre de este alcalde que se enfrentó a los problemas de la ciudad, con un Ayuntamiento endeudado y con pocos recursos económicos.
2 comentarios:
Y ese buen señor, ¿no hay manera de devolverle la alcaldía, o la presidencia del gobierno, o la jefatura de estado o ALGO para mejorar este maltrecho planeta?
La aspiración de Peñamaría fue, según sus propias palabras en el discurso de toma de posesión, "sentirse satisfecho de lo que había hecho por la ciudad cuando abandonase la alcaldía".
La verdad es que , al hablar de este alcalde, se reconocen las dificultades por las que pasaba el Ayuntamiento tras el mandato de Alfonso Molina.
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