ACUÑACIONES

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Las monedas fabricadas en A Coruña antes de Enrique IV son, generalmente, de vellón. Sin embargo, según ordenamiento de Juan II, de 1442, debieron haber circulado piezas de oro mandadas labrar por dicho monarca en las casas de Burgos, Toledo, Sevilla y A Coruña., disponiendo que cada una de ellas labrase una fornaza de doblas de oro, "que sean menores de cerco de las que se han fecho, é bien monedeadas, é las armas é devisa é letras mejor tajadas". Se llamaron doblas de la banda, por llevar este signo dentro de un escudo en la cara del reverso, y en el anverso las armas Reales.

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También, se atribuye a la fábrica de A Coruña una de oro. Dicha atribución se basa en la carta de Enrique IV de Castilla donde "mandó labrar en sus seis casa antiguas de moneda (Burgos, Toledo, Sevilla, Segovia, Cuenca y A Coruña) Enriques y medios, Enriques de oro fino, é reales de plata fina, etc.

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De las ordenanzas de Medina del Campo, de 1497, se deduce que se debió de haber acuñado moneda de oro en A Coruña durante el reinado de Isabel y Fernando. También, se labró, con Juan II, Reales é medios é quartos de plata, y lo mismo mandó su sucesor.

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Durante el reinado de Felipe II, quedó reservada la acuñación del oro y de la plata a las fábricas de Sevilla y Granada, y la del vellón y cobre a las de Burgos, Cuenca, Toledo y A Coruña, además de la de Segovia, en donde se acuñaron piezas de los tres metales.

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Felipe III, por cédula de Valladolid de 14 de julio de 1604, dispuso la labor de "58.594 marcos de cobre de la dicha moneda de vellón, las dos tercias partes en medios cuartos y la otra tercia en maravedís, sin ninguna liga de plata". También se acuñó este metal, por orden de Felipe IV, mandando habilitar para esta labor todas las casas del reino. Carlos II dispuso que se acuñasen en A Coruña algunas cantidades de monedas de cobre grueso de 38 por marco.