28 agosto 2009

EUSEBIO DA GUARDA
.
Eusebio da Guarda González, poseedor de una inmensa fortuna, acaso la mayor de su tiempo en Galicia, decidió utilizarla en beneficio de la ciudad de A Coruña construyendo importantes empresas edilicias: el Instituto y las Escuelas que llevan su nombre y la capilla de San Andrés, arquitecturas para las que el filántropo confió los planos a Faustino Domínguez Coumes-Gay, quien atendió a los requirimientos de generoso coruñés diseñando dos espléndidos edificios escolares y una iglesia de imagen neorrománica. El pabellón de la pescadería del desaparecido mercado "Eusebio da Guarda", obra póstuma debida a su munificencia y diseñada por el arquitecto Pedro Mariño fue posible gracias a los bienes que para su donación dejó detallados en su testamento de 1897.
.
En su día, A Coruña apenas pudo agradecer su generosidad de Eusebio da Guarda cuya única ambición era la de ser recordado amorosamente por la ciudad. En 1883 el Ayuntamiento coruñés le obsequió con un sencillo pero artístico libro de 200 hojas, rindiendo de nuevo homenaje en 1890 al instalar en la escalera de honor del Instituto coruñés una laudatoria placa de bronce del escultor Muñoz Ortiz para su imperecedero recuerdo. Ese mismo año procedió a inaugurarse gracias a la generosidad coruñesa la estatua en bronce de Eusebio da Guarda, monumento de mértio y calidad obra de Martín y Riesco.

3 comentarios:

Titajú dijo...

Pues sí que debía tener dinero.
Rico y generoso, qué mezcla tan rara, ¿verdad?

millenium dijo...

No es habitual, no. Aunque es cierto que en muchas localidades, a lo largo de su historia, pudieron darse casos semejantes.

Titajú dijo...

ya no se dan tanto, todo lo más, lo justo y necesario para desgravar.